por: Mariana Simone
Estamos empezando un nuevo año y con él viene un buen pretexto para hacernos propósitos y trazarnos objetivos; quizá esto no te sea nuevo, muy probablemente cada año te planteas una serie de metas para el año que inicia, en esta ocasión me gustaría compartir contigo algunas buenas prácticas que he aprendido para plantearnos objetivos y así acompañarte en tu proceso de desarrollo personal.
El primer paso es tener claridad de lo que buscamos.
Te invito a que reflexiones por un par de minutos y respondas:
En un par de frases, ¿cómo describirías tu mejor versión?, ¿cómo eres en una versión 2.0?
Es muy importante que trates de verla, que tengas claridad de cómo es el mundo una vez que has alcanzado esa versión 2.0
¿Qué rasgos te describen en tu mejor versión? ¿Por qué se caracteriza tu mejor versión? ¿Qué opina la gente que conoce a tu mejor versión? Y pensando en esa mejor versión: ¿Cómo te sientes tú al haber alcanzado esa mejor versión? ¿Qué cosas has corregido de tu versión actual en esa mejor versión? ¿Cómo vive ese(a) tú que ya alcanzó la mejor versión?, ¿cómo se siente?, ¿qué actividades realiza?, ¿cómo piensa, habla y actúa esa versión mejorada tuya? Tener claridad de nuestros objetivos es el primer paso para conseguirlos, el tener una visión poderosa de lo que deseamos es lo que nos empuja a querer alcanzarlos y a no ceder, a no rendirnos. Una vez que tienes claridad respecto a tu meta, a tu mejor versión, es momento de ponernos a trabajar en ese sentido, y para hacerlo te propongo reflexionar acerca de las siguientes preguntas:
Para alcanzar tu mejor versión: - ¿Qué necesitas empezar a hacer? - ¿Qué necesitas dejar de hacer? - ¿Qué necesitas seguir haciendo?
Esto significa empezar a identificar y tener claros los comportamientos que tenemos que ir modificando o adquiriendo para alcanzar nuestra meta, y estos comportamientos identificados se vuelven a convertir en nuevos objetivos.
Ya tenemos objetivos un más específicos, comportamientos que al adquirirlos o modificarlos nos encaminarán a esa visión poderosa de nuestra mejor versión
Ahora bien, tienes la visión poderosa de tu mejor versión, ya con mayo claridad has logrado identificar los comportamientos que necesitas adquirir o modificar para alcanzar esa versión 2.0, toca preguntarnos:
¿Qué obstáculos te detienen de alcanzar tu mejor versión?
Muy seguramente ya antes te hayas planteado el objetivo de alcanzar una mejor versión, más o menos similar a la que definiste, y por algo dejaste de perseguir esa meta, o simplemente dejó de entusiasmarte, por eso es que te pregunto de nuevo: ¿Qué te detiene? ¿Qué recursos necesitar para alcanzar ese objetivo? ¿Cuáles son los obstáculos que te separan de esa mejor versión? En este punto es muy importante que te detengas a reflexionar, puede ser que los obstáculos más difíciles de sortear no se encuentren en el exterior, sino dentro de ti, que tengan que ver con tus propias creencias, con los límites que crees que tienes, con las formas y palabras en que te hablas a ti misma(o), y quizá debas empezar ahí, empezar a practicar un poco la autocompasión y tratarte con un poco más de cariño, y empezar a ser la primera persona que confía en ti como en nadie en el mundo.
Una vez que hemos planteado nuestra visión poderosa, nuestra meta respecto a nuestra mejor versión; que hemos reparado en identificar los comportamientos que debemos de adquirir y modificar, así como en los obstáculos que se nos presentan en el camino a nuestra meta, es momento de trabajar en las opciones y recursos con que contamos para conseguir nuestra meta.
Al revisar tus opciones para conseguir tu meta, te sugiero ser muy creativa(o), usa tu pensamiento divergente, anota todas las opciones, incluso aquellas que en un primer momento pudieran parecer un tanto locas o sin sentido, anota incluso aquellas opciones que al principio descartaste, y dales una oportunidad de estar en tu lista de opciones y recursos. Detén el juicio al pensar en tus opciones, lo primero que nos interesa es la cantidad de opciones por encima de la cantidad.
Una vez que has logrado reunir todas tus opciones es momento de hacer un switch y cambiar del pensamiento divergente a uno convergente, el que nos permita a empezar a jerarquizar las opciones encontradas de acuerdo a su viabilidad y accesibilidad.
Ya tenemos casi todo: la meta, la visión poderosa, los comportamientos necesarios, los obstáculos, las opciones y recursos, solo nos falta un último paso…
Tomar acción.
Ahora es momento de empezar a plantearnos las acciones y compromisos que vamos a asumir para conseguir nuestra meta. Para plantearnos los compromisos y acciones a llevar al cabo será necesario el apoyarnos en el acrónimo SMART y lograr que nuestros compromisos sean:
Específicos: ¿Qué? Medibles: ¿Cuánto?, ¿cómo vas a medir tu progreso? Alcanzables: ¿qué tanto es viable tu objetivo? Relevantes y retadores Temporales: ¿Para cuándo?, ¿cómo vas a medir tu progreso en el tiempo?
Espero este primer paso en pro de tus objetivos de Año Nuevo te sea útil. Si deseas compartirme tus objetivos o quieres que te acompañe en alcanzar tus mejores versiones puedes seguirme en mis redes o escribirme a mi correo
mariana.simone@vidayexito.com.mx Mariana Simone Pérez Valero
Coach de Liderazgo
Comments